Sirviente del Espejo

“Sirviente del Espejo” habita en los rincones sombríos de la psique, un estudio de reflexión oculta y presencia espectral. Los azules profundos se fusionan dentro de un campo ovalado, sugiriendo una figura apenas vislumbrada, engullida por un mundo interno. Alrededor de este vacío central, un marco barroco y giratorio de ocre y umbral parece retorcerse, no como ornamentación, sino como una energía inquieta apenas contenida. La técnica de pinceladas en capas del artista construye una textura palpable, evocando el peso de la memoria y la sensación inquietante de ser observado. No es un retrato de una persona, sino una destilación de la presencia inquietante—una mirada al frágil límite entre el yo y la sombra, donde el anhelo y el terror encuentran una compañía incómoda. La obra invita a contemplar lo que yace bajo la superficie, y los secretos guardados dentro del espejo.